domingo, 25 de febrero de 2007

Michael Hoppen Gallery



Muchas galerías que representan fotógrafos de primera tienen sitio web. Esta, la Michael Hoppen Gallery, exhibe un catálogo de artistas online digno de verse. La foto es de Laura Letinsky, de la serie Morning and Melancholia.

Pamuk y su padre en la maleta

Sigo conmovido con el discurso de aceptación del Premio Nobel de Orhan Pamuk, escritor. Habla de su padre, de la maleta de escritos que le dejó y de mil coaas más que nos tocan a todos. Un fragmento:
"La pregunta que los escritores nos hacemos con más frecuencia, la pregunta preferida es, ¿por qué escribes?
Escribo porque tengo una necesidad innata de escribir. Escribo porque no puedo hacer trabajos normales como lo hacen otras personas. Escribo porque quiero leer libros como los que escribo. Escribo porque estoy molesto con todo el mundo. Escribo porque adoro sentarme en un cuarto todo el día escribiendo. Escribo porque puedo participar de la vida real solamente si la cambio. Escribo porque quiero que otros, que todo el mundo, sepan qué tipo de vida vivimos, y seguimos viviendo, en Estambul, en Turquía. Escribo porque adoro el olor del papel, la pluma, la tinta. Escribo porque creo en la literatura, en el arte de la novela, más de lo que creo en cualquier otra cosa. Escribo porque es un hábito, una pasión. Escribo porque tengo miedo de ser olvidado. Escribo porque me gusta la gloria y el interés que escribir conlleva. Escribo para estar solo. Quizá escribo porque espero entender por qué estoy tan, tan molesto con todos. Escribo porque me gusta ser leído. Escribo porque una vez que he empezado una novela, un ensayo, una página, quiero terminarla. Escribo porque todos esperan que escriba. Escribo porque tengo una convicción infantil en la inmortalidad de las bibliotecas, y en la manera como mis libros están en el estante. Escribo porque es emocionante convertir todas las bellezas y riquezas de la vida en palabras. Escribo no para escribir una historia sino para componer una historia. Escribo porque quiero escapar de la sensación anticipada de que hay un lugar al que debo ir pero al que –como en un sueño-, no logro llegar. Escribo porque nunca he conseguido ser feliz. Escribo para ser feliz.”
Discurso completo en inglés, en pdf.

miércoles, 21 de febrero de 2007

El maestro borrachón

Aire y luz y tiempo y espacio

“sabes, yo tenía una familia, un trabajo, algo
siempre estaba
en el medio
pero ahora
vendí mi casa, encontré este
lugar, un estudio amplio, deberías ver el espacio y
la LUZ,
por primera vez en mi vida voy a tener un lugar
y el tiempo para
CREAR”.

No, nene, si vas a crear
vas a crear trabajando
16 horas por día en una mina de carbón
o
vas a crear en un cuartito con tres chicos
mientras estás
desocupado,
vas a crear aunque te falte parte de la mente y de
tu cuerpo,
vas a crear ciego
mutilado
loco,
vas a crear con un gato trepando por tu
espalda mientras
la ciudad entera tiembla en terremotos, bombardeos,
inundaciones y fuego.
nene, aire y luz y tiempo y espacio
no tienen nada que ver con esto
y no crean nada,
excepto quizás una vida más larga para encontrar
nuevas excusas.

Charles Bukowski, Poemas.
(Viejo genial. Dicen que bebía. Aquí hay más de sus restos.)

Feliz cumple


El hada lila cumple años.
El duende naranja saluda
desde una grieta en un árbol en un páramo,
en el sur.

martes, 20 de febrero de 2007

Dicho por un publicista

-¿Con qué aspecto del proceso de creación de un comercial disfruta más?
-V.E.: Los ingleses llevaron a principios del siglo XX a un gran músico hindú a escuchar la filarmónica de Londres. El señor escuchó atentamente cómo afinaban cuidadosamente durante diez minutos, luego tocaron maravillosamente cuatro o cinco piezas. Al final le preguntaron sobre su parecer: -Lo que más me gustó fue lo del principio-, dijo aludiendo al caos armónico del momento de la afinación. A mí me gusta también el principio.

Lo dice Vasco Elola, director de comerciales, en la página web de FilmLatina. Habla mucho de él pero lo que dice de otros es más interesante.

lunes, 19 de febrero de 2007

Fuiste tú


Tú me atacaste primero, sabe Dios por qué. Tal vez te hice ver lo peor de tu alma. Tus ojos perversos, tu rostro siniestro, tu aliento maligno, todo lo tuyo es horrible y por eso me atacaste.
Yo estaba quieto, de pie, mirándote a los ojos. Yo no te maté. Fuiste tú. Por tu culpa están nuestros cuerpos divididos en mil partes. Tú sangrando. Yo enterrado en tu cuerpo, dividido en mil astillas, reflejando -ahora por dentro- tu monstruosidad.

Qué hacer con los mendigos


"Jonathan Swift propuso en un panfleto que los niños de los pobres fueran puestos a la venta en las carnicerías para que reinara la abundancia en el país. Después de efectuar cálculos minuciosos, el célebre escritor probó que se podrían realizar economías importantes llevando la lógica hasta el fin. Swift jugaba al monstruo. Defendía con pasión absolutista algo que odiaba. Era una manera de denunciar la ignominia. Cualquiera podía encontrar una solución más sensata que la suya, o al menos más humana; sobre todo, aquellos que no habían comprendido a dónde conducía este tipo de razonamiento."

Tomado del texto de Bertolt Brecht Las cinco dificultades para decir la verdad, que aparece en varias páginas web, entre ellas La insignia, inteligentísima revista de izquierda. Brecht era Acuario.

No pienses tanto


De la revista Pimba, una guía de bares y diversión de Montevideo.

viernes, 16 de febrero de 2007

De la influencia de los astros


Soñó que era astronauta y flotaba despavorido en el espacio. Se percataba de que la cuerda que lo unía a la nave estaba rota y suelto en el vacío se precipitaba sobre un gran planeta lila. Cuando vio su traje al rojo vivo, despertó. El sueño lo acompañó durante el desayuno, en la oficina y mientras recogía a su hijo en el parque. El planeta gigantesco sobre él. Su hijo le hizo una pregunta que él creyó extraña para un niño de cinco años. Se volvió para responderle. Descuidó el timón. Cuando miró hacia delante se vio obligado a frenar de golpe: una pelota venía del parque directo hacia el parabrisas. El auto enloqueció. La pelota era lila.

Perito en lunas


UMBRIO POR LA PENA

Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla
donde yo no me hallo, no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Pena con pena y pena desayuno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos, penas me oponen su corona,
cardos, penas me azuzan sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
circundada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!


Hay que leer al poeta español Miguel Hernández (1910-1942). Habló del dolor, del amor, de su pueblo. Muchos sitios en internet recogen sus poemas. No son suficientes.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Eterna noche de frío


María L. y su enamorado tenían 20 años y tomaban chocolate caliente en casa de ella. Era una noche fría de esos furiosos años 90, cuando terroristas y militares se mataban en las calles y de paso, nos mataban a todos los demás. Sonó el timbre. No abrieron. Volvió a sonar. Temblaron. Levantaron el intercom y una voz jadeante les pidió auxilio. Me han asaltado y para robarme el automóvil me han disparado en la pierna, les dijo. Dudaron. Los papás de ambos estaban amenazados de muerte. No podemos ayudarlo, le dijeron. La voz no respondió. Temblaron otra vez, pegados al auricular tratando de oír lo que fuera. Llamaron a la policía y cuando llegó y se sintieron protegidos, abrieron la puerta. Afuera no había nadie, sólo un patrullero extrañamente vacío. María L. miró al suelo y vio un charco de sangre, gigantesco, casi marrón. El color. El olor. El impacto. La culpa. María L. vomitó.
Hoy tiene 34 años. Del chico no sabe nada, como nada se supo del abaleado. No tiembla cuando oye el timbre, pero vomita cada vez que le ofrecen chocolate caliente.

miércoles, 7 de febrero de 2007

Lo leí a los 15 años


Palabra de guerrillero

Porque mi patria es hermosa
como una espada en el aire,
y más grande ahora y aun
más hermosa todavía,
yo hablo y la defiendo
con mi vida.
No me importa lo que digan
los traidores,
hemos cerrado el pasado
con gruesas lágrimas de acero.
El cielo es nuestro,
nuestro el pan de cada día,
hemos sembrado y cosechado
el trigo y la tierra,
y el trigo y la tierra
son nuestros,
y para siempre nos pertenecen
el mar
las montañas y los pájaros.

Javier Heraud (Perú, 1942-1963)

Con Diana en Uruguay















Fotos tomadas con mi toy camera, marca Diana, la primera en Colonia, las otras en Montevideo. Están mal escaneadas pero la idea es clara.

jueves, 1 de febrero de 2007

Un poema de Elizabeth Bishop




Un arte

No es difícil dominar el arte de perder;
hay tantas cosas que parecen colmadas por el deseo
de ser perdidas que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de las llaves extraviadas, de la hora desperdiciada.
No es difícil dominar el arte de perder.

Practica después perder más, y más rápido:
lugares, y nombres, y las tierras a las que pretendías
viajar. Ninguna de estas pérdidas será devastadora.

He perdido el reloj de mi madre. ¡Y mira!, la última
o la penúltima de las tres casas que he amado se perdió.
No es difícil dominar el arte de perder.

He perdido dos ciudades, hermosas ciudades. Más aún,
vastos reinos que poseía, y dos ríos, y un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.

Incluso perdiéndote a ti (la voz risueña, un gesto que
amo) no habría mentido. Es evidente
que no es difícil dominar el arte de perder
aunque eso parezca (¡escríbelo!) un desastre.


Elizabeth Bishop, Worcester, Massachussets, 1911 – Boston, 1979.