miércoles, 24 de octubre de 2007

Un cuento con alas




LA MOSCA QUE SOÑABA QUE ERA UN AGUILA

Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro y las garras demasiado fuertes; bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas, así como sufrir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su cuarto.En realidad no quería andar en las grandes alturas o en los espacios libres, ni mucho menos.Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Águila para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser una Mosca, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por la noche, volvía a poner las sienes en la almohada.

(Tomado de “La Oveja Negra y demás Fábulas”, México, Era, 1969.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cómo a veces nos sentimos águila y otras veces mosca, no?
En todo caso supongo que si nos reconocemos o nos comenzamos a aceptar, podríamos ser cualquier cosa, lo que más nos guste!
No lo sé, pero me la creo...

L.R.