de repente un día
martes, 4 de diciembre de 2007
Y tú sonreías
Soñé que pasaba algo terrible que temía desde siempre. Algo que en otro tiempo me hubiera hecho feliz. Algo que a ti te hacía sentir por encima de mí. Temblé. Lloré. Desperté porque el teléfono sonaba y sonaba. Contesté. Oí tu voz. Volví a temblar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Página Principal
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario