Dos mujeres juntas,
un solo secreto.
Dos desesperanzas bajo un mismo techo.
Doble carcajada.
Dos que en soledad
no sienten nada.
Dos mujeres juntas,
guerra de sueños;
dos mujeres juntas,
mar de consejos.
Café
sin azúcar,
flores de papel
y abuelos sin nietos.
Cuando tiemblan cantan:
copas de vino.
Dos olas que chocan
y un remolino.
Una sola gota
atraviesa ardiente
sus dos caminos.
Dos princesas arden
bajo la aurora.
Comparten el aire
que las devora;
nubes que se estrellan
en pos de ese rayo
que las libera.
Dos mujeres juntas
no se sonrojan.
Hechas de coral
y cintas rojas
duermen abrazadas.
un solo secreto.
Dos desesperanzas bajo un mismo techo.
Doble carcajada.
Dos que en soledad
no sienten nada.
Dos mujeres juntas,
guerra de sueños;
dos mujeres juntas,
mar de consejos.
Café
sin azúcar,
flores de papel
y abuelos sin nietos.
Cuando tiemblan cantan:
copas de vino.
Dos olas que chocan
y un remolino.
Una sola gota
atraviesa ardiente
sus dos caminos.
Dos princesas arden
bajo la aurora.
Comparten el aire
que las devora;
nubes que se estrellan
en pos de ese rayo
que las libera.
Dos mujeres juntas
no se sonrojan.
Hechas de coral
y cintas rojas
duermen abrazadas.
Mundo sin amor:
no sabes nada.
no sabes nada.
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Lo pensé para que lo recite Mara Sanz a su mejor amiga. La foto la saqué de este joyero online, ¡son accesorios contra el mal de ojo!