Es típica pero inexplicable. La parálisis de escritor afecta a los menos cancheros o a aquellos que se juzgan demasiado, y hablo desde mi experiencia como dramaturgo y de lo que me cuentan colegas y jóvenes escritores, suponiendo que si la sufren los escritores top no lo confiesan muy a menudo. Uno tiene una idea, una historia, un detonante o algo que contar y cuando se sienta a escribir… no avanza. Hay mil razones para eso. Miedo, indecisión, inexperiencia, excesiva tecnificación e incluso sobrevaloración del resultado.
Miedo. Todos tenemos miedo a mil cosas cuando escribimos. A no saber cómo hacerlo, en primer lugar. O a que la idea en nuestras cabezas no baje al papel como la habíamos pensado. O a que lo haga mal y el resultado sea deplorable. También se teme al qué dirán –cuando los personajes se alejan de nuestra postura moral- o a reconocer los propios defectos, que no se ven en la escaleta o en la historia que tienes en la mente pero aparecen a medida que escribes: desde tu mala ortografía y tu desorden hasta la pomposidad de los parlamentos, el diálogo moroso, las frases hechas o la acción confusa.
Acá tengo que decirte algo que dicen todos los escritores: lo único peor que escribir mal es no escribir. O sea, siéntate y escribe. Una técnica posible es que escribas con errores adrede, sin importarte, jurándote que nadie verá eso más que tú. La otra técnica es escribir de golpe todo sin pensar en defectos ni en técnica. La tercera es escribir por segmentos, corrigiendo el primero antes de pasar al segundo, y así. Todos los autores hablan de cómo se desbloquean, pero lo primero que hacen es sentarse a escribir. No temen fallar porque no quieren lucirse ni ser geniales ni afirmar nada: simplemente quieren comenzar la obra. Luego, en la reescritura, corregirán, serán geniales, dejarán claros sus postulados o sus rencores, cambiarán sintaxis y ortografía, mejorarán parlamentos, pero eso será cuando corrijan lo primero que escribieron. La obra sale de corregir el primer material, y el primer material, cuando tienes miedo… no sale.
Así que a escribir primero para ti y sin pretensiones, cerrar los ojos y lanzarse al vacío. Si fallas, no morirás, porque la red que te cuida es tu propio ojo. Pero de ese error nacerá tu pericia. Eso en circo se llama usar el miedo para avanzar. Malogrando se aprende, dicen los sastres. Y en la escritura, la tela, el hilo y la aguja son imaginarios, o sea, son gratis.
Continuaré en otro post porque me gusta el tema.
Foto tomada de la web de The American Center for Artists.
8 comentarios:
Que paja! Tu maquina parece una máscara con dientes. JAJAJAJA. Que se va a tragar al escritor...
puse un comentario largaaaaaaaazo...y se borró, naturalmente. Pero por fin t encontré. Ven a verme aquí http://kojudopolis.blogspot.com
T linkeo ya.
oye, pero y porque no explicas porque siguen escribiendo los malos escritores. Eso da para una
comedia negra y grotesca. Imaginate agarramos y enganchamos
las "mejores" escenas para el montaje. Que tales metáforas de mediocridad y pacatismo cerebral de nuestra sociedad. Que dices, tu has producido "buen" material para eso, no?
otra cosa, ¿me publicaras, tio?
Tu depredador
Hola Cesar me gustó tu post, voy a pasarme más seguido.
Mirko
Ponés consejos con sorna y con rabia. No se si seguirlos o sentirme paranoico. Gracias.
Cali
si, puede ser que tenga HORRORes ortoGRAfiCOS.
si , puede ser que solo yo me entienda.
si , escribo de golpe , lo que salga de mi mente desquiciada osea "a lo bruto"
si , puede ser que escriba mal .
Pero de algo estoy segura : que no dejare de escribir. XD
no sé por qué tu post sobre el amor que se te iba y regresaba no tiene comments como el de acá, quizás se deba a que la gente se siente mas empática cuando se habla de los miedosuniversales como no saber escribir bien..o que las historias de amor ajenas a veces aburren porque no todos las vivimos iguales...pero igual me gustaron ambos posts =)
carajo, gracias.
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