Gracias por hacer lo que nunca te pediría. Por perdonar lo imperdonable. Por seguir al lado como un ángel incansable. Por las promesas no dichas, por los excesos contenidos, por el tiempo que se acumula en capas hasta crear un color único, indescriptible. Por seguir ayudándome a cargar esta hoja ligera y dolorosa que es la vida. Gracias por enseñarme a ser agradecido, a caminar en fila sabiendo que hay una hormiguita, siempre, un paso adelante, y otra más un paso atrás. Gracias. Que un punto de luz te enseñe el camino en los días buenos y en las peores noches. Un punto de luz, la mejor de las miradas.
1 comentario:
Yo brillo si tú brillas. TAM.
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