viernes, 21 de octubre de 2011

De alguna obra que aún no sé cuál es

(Dos amigos tomando una cerveza. Raúl y Marco, en casa del segundo).

RAUL                     Bueno, si necesitas eso deberías llamar a Coco.
MARCO                 No le digas. No llames a nadie.
RAUL                     ¿Por qué?
MARCO                 Porque no hay que pedirle nada a nadie. Nada. Nunca.
RAUL                     ¿Qué estás hablando?
MARCO                 Nadie te da nada. A nadie le importa nada, hermano.
RAUL                     Siempre piensas lo mismo.
MARCO                 Es que es verdad. No lo pienso: lo sé.
RAUL                     Tu sabiduría pesimista. (Sonríe)
MARCO                 Es que ya tengo medida a la gente. Cuando llamo a alguien y no me contesta nunca digo está ocupado, digo no le interesa responderme. Y bueno, aprendo a vivir sin esa persona. Cuando quiero algo de alguien, si no me lo da pues ya no lo quiero o lo consigo yo. Cuando alguien me miente creo que en verdad me desprecia y si se lo saco en cara y cambia, yo no dejo de creer que está esperando la ocasión para volverme a engañar. Simplemente no lo hace porque todavía no le conviene. La gente es mala y egoísta y hay que vivir con eso. Para llevar la contra me he vuelto activo para librarme del lastre de no recibir ayuda, y quiero ser bueno y altruista solo para decirme a mí mismo que soy mejor que esa pandilla de ególatras que me desprecian.
RAUL                     Estás mal. Tú eres bueno porque… eres bueno.
MARCO                  ¿Qué? ¿Yo estoy mal porque me he dado cuenta de que los demás están mal?
RAUL                     No, estás mal porque así no puedes esperar nada bueno de nadie.
MARCO                 Todos los días apuesto que alguien hará algo bueno o tendrá alguna consideración conmigo y todos los días pierdo la apuesta.
RAUL                     Con razón.
MARCO                 ¿Con razón qué?
RAUL                     Con razón no celebras tu cumpleaños. Seguro crees que nadie va a venir.
MARCO                 Así es. Invito a 50 y vienen cuatro. Al comienzo da rabia, luego da pena, luego da risa y al final… bueno pues, así es la vida. Me sirve. Como nadie lo hace yo lo hago. Como a nadie le importo, yo me importo. Como nadie me busca, yo me busco.
RAUL                     Yo he venido a verte, ojo. ¿Qué piensas de eso?
MARCO                 Que has venido a pedir algo. O que no tenías nada mejor que hacer.
RAUL                     Adivinaste.
MARCO                 ¿La primera o la segunda?
RAUL                     Las dos.

(Ríen. Marco sirve cerveza para los dos. Raúl bebe mientras Marco se queda mirándolo esperando un brindis que no sucede porque Raúl ni se da cuenta).

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