![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBmtXfl2zGlBT2Xe66sQfnns9jepb4U1ztSLnGdfj44I5JVQSk4GgWHFqMEluMBvE7FpuPhL-oFGWx5IcqyuLqDZfP-OEhitgEEatfqPupPitDntaOCulLzALvkmWfX7Ol85t27IblI_Q_/s200/espejo.jpg)
Tú me atacaste primero, sabe Dios por qué. Tal vez te hice ver lo peor de tu alma. Tus ojos perversos, tu rostro siniestro, tu aliento maligno, todo lo tuyo es horrible y por eso me atacaste.
Yo estaba quieto, de pie, mirándote a los ojos. Yo no te maté. Fuiste tú. Por tu culpa están nuestros cuerpos divididos en mil partes. Tú sangrando. Yo enterrado en tu cuerpo, dividido en mil astillas, reflejando -ahora por dentro- tu monstruosidad.
Yo estaba quieto, de pie, mirándote a los ojos. Yo no te maté. Fuiste tú. Por tu culpa están nuestros cuerpos divididos en mil partes. Tú sangrando. Yo enterrado en tu cuerpo, dividido en mil astillas, reflejando -ahora por dentro- tu monstruosidad.
1 comentario:
el sentimiento de culpa es indispensable para el crecimiento de cada sujeto, aquellos que no lo desarrollan posiblemente resulten sujetos "psicópatas".
Publicar un comentario