“El agua estancada no es tan mala en calidad cuando está expuesta al aire como cuando está bajo tierra. Aunque el agua corriente no está necesariamente expuesta al aire; esto sólo es así cuando sale desde debajo de la tierra y fluye sobre ella. Hay que apreciar también, que el agua corriente que discurre sobre la tierra es más sana que aquella que fluye sobre piedras, porque la tierra limpia filtrando las materias extrañas mezcladas con el agua, mientras que las piedras no lo hacen. Pero la tierra debe estar abierta al cielo; no debe ser ni fétida ni pantanosa ni nitrosa similar, porque si un volumen grande de agua discurre rápidamente sobre tierras, los materiales mezclados pasarían a la propia naturaleza del agua. Si la dirección de la corriente fuera hacía el este, y en verano, será entonces considerada como mejor en calidad, especialmente si es recogida lejos de la fuente. Esa agua enseguida se convierte en caliente o fría en el cuerpo. La siguiente mejor agua es aquella que corre hacía el norte. Esta agua pasa despacio a través del estomago y es indigesta y se convierte en caliente o frío en el cuerpo más despacio. El agua que discurre hacía el este o el sur es mala, especialmente si los vientos son del sur en ese momento”
Avicena vivió del año 980 al 1037. Médico, científico y filósofo, autor fundamental para la historia de la Medicina. Escribió El libro de la curación y el conocido como Canon de Avicena, de donde tomé el texto citado. Lo lees acá, a medio traducir y sin indicación de autor. No encontré otras fuentes en internet. Es fascinante cómo la medicina tradicional, tan valiosa, suena a veces tan ridícula como la medicina "moderna".
1 comentario:
... Y no dijo nada de las aguas santas? San Luis, San Antonio...
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