Soñé que mi carro se quemaba –sólo la mitad de atrás- porque lo había llenado de botellas de alcohol, tintes y cosas medio alquímicas y unos jardineros cerca lo habían cargado con las manos para estacionarlo mejor, provocando el desastre. Soñé que se aparecía Dani, ponía una agencia y se presentaba a todas las cuentas de la agencia en que trabajo. Soñé que un cliente tenía una tienda de embutidos y delicatessen y cortaba la corteza de los panes de molde poniendo las hogazas en una fila vertical, casi infinita, y pasándoles el cuchillo por los lados mientras me hablaba de la verdad. Soñé que Superman venía a Lima en visita promocional y yo le pedía soplar una botella y formar otra, una linda botella conmemorativa hecha con el supercalor de sus superojos en sus incombustibles supermanos. Empezaba a soñar que estaba inmensamente triste cuando el humo me despertó; oí un soplido, volví a dormir.
3 comentarios:
suelo sonhar cosas muy locas... pero este suenho tuyo, le hace la competencia a varios de los mios.
Já, qué sorpresa, sueños similares e inconscientes colectivos, un abrazo, te veo más allá del borde.
Pastrulo!
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